martes, 10 de febrero de 2009

Animales Terrestres


Los ecosistemas terrestres son aquellos en los que los animales y plantas viven en el suelo y en el aire. Allí encuentran todo lo que necesitan para vivir. Dependiendo de los factores abióticos de cada ecosistema, podemos definir distintos tipos de hábitat terrestres: desiertos, praderas y selvas. Los distintos vegetales y animales que habitan cada uno de ellos tienen características diferentes, ya que se han adaptado al hábitat en que viven. Cuando se producen cambios y alguna especie no puede adaptarse, muere pudiendo llegar a extinguirse.


El conocimiento detallado del número y tipo de especies de flora y fauna presentes en un área geográfica determinada es fundamental en diversos aspectos de la conservación biológica. Con el objeto de poder diseñar políticas de estudio, uso y protección de los recursos bióticos en México, en los años recientes ha crecido de manera notable la necesidad de contar con inventarios faunísticos como respuesta a la d emanda de información sobre la naturaleza y el uso de la biodiversidad. Sin embargo, es un hecho que el conocimiento y uso de la diversidad biológica dependen no sólo de la disponibilidad, sino de la precisión y amplitud de lo s inventarios biológicos.

Animales acuáticos


Los ecosistemas acuáticos son aquellos en los que los animales y plantas viven o se relacionan con seres vivos en el agua. Dependiendo del tipo de agua podemos definir distintos tipos de hábitat acuáticos: de agua dulce y de agua salada.


Se entiende por ecosistemas acuáticos a todos aquellos ecosistemas que tienen por biocenosis algún cuerpo de agua, como pueden ser ríos, lagos, pantanos y demás fuentes. Los dos tipos más destacados son: los ecosistemas marinos, y los ecosistemas de agua dulce.
Así, genéricamente, el montante, variaciones y regularidad de las aguas de un río son de gran importancia para las plantas, animales y personas que viven a lo largo de su curso. La fauna de los ríos es de anfibios como: canutillos, gusarapos, caracodillos, negrillos, mejillones, y truchas.
Los ríos y sus zonas de inundación sostienen diversos y valiosos ecosistemas, no sólo por la cualidad del agua dulce para permitir la vida, sino también por las numerosas plantas e insectos que mantiene y que forman la base de las cadenas tróficas.
En el lecho de los ríos, los peces se alimentan de plantas y los insectos son comidos por las aves, anfibios, reptiles y mamíferos.
Los ecosistemas de agua pueden considerarse entre los más importantes de la naturaleza y su existencia depende totalmente del régimen que tengan.
Acerca del agua dulce de los ríos, es preciso tener en cuenta que presenta una enorme variedad de composición.
Como esta composición química depende, en primer lugar, de lo que el agua pueda disolver del
suelo por el que discurre, o de los lugares a donde se dirige, es el suelo lo que determina la composición química del agua.
Si el suelo es pobre en sales y minerales solubles, también el agua será pobre en sales y minerales. Y, a la inversa, si el suelo es rico en materias químicas solubles, gran parte de su riqueza la cederá al agua, con lo cual ésta contendrá muchas más sales minerales.
Eso es determinante para los tipos de vida animal y vegetal que allí se pueda desarrollar.
Así, las principales adaptaciones de los animales y vegetales estarán directamente relacionadas con las características físicas del agua, con la que están permanentemente en contacto los organismos que viven en este medio acuático.

Los mamíferos (Mammalia) son una clase de vertebrados amniotas homeotermos (de "sangre caliente"), con pelo y glándulas mamarias productoras de leche con la que alimentan las crías; la mayoría son vivíparos (con la notable excepción de los monotremas: ornitorrinco y equidnas). Se trata de un taxón monofilético, es decir todos descienden de un antepasado común que se remonta a finales del Triásico, hace más de 200 millones de años. Pertenecen al clado sinápsidos, que incluye también numerosos "reptiles" emparentados con los mamíferos, como los pelicosaurios y los cinodontos.


Los mamíferos constituyen un grupo de seres vivos muy diverso y, a pesar del reducido número de especies que lo forman en comparación con otros taxones del reino animal o vegetal, su estudio es con mucho el más profundo en el campo de la Zoología, seguramente porque la especie humana pertenece a él.
Es tal la diversidad de la clase que para un profano sería difícil establecer con claridad qué especie es mamífera y cual no. Para ilustrar con un ejemplo esta diversidad
fenotípica, anatomo-fisiológica y etológica, basta relacionar algunas de sus especies como el ser humano (Homo sapiens), un canguro rojo gigante (Macropus rufus), una chinchilla (Chinchilla lanigera) , una ballena blanca (Delphinapterus leucas), una jirafa (Giraffa camelopardalis), un lémur de cola anillada (Lemur catta) o un jaguar (Panthera onca).

Los Animales

En la clasificación científica de los seres vivos, el reino Animalia (animales) constituye un amplio grupo de especies eucariotas, heterótrofas y pluricelulares. Se caracterizan, en general, por su capacidad para la locomoción, por la ausencia de pared en sus células y de clorofila, y por su desarrollo embrionario, que atraviesa una fase de blástula y determina un plan corporal fijo (aunque muchas especies pueden sufrir posteriormente metamorfosis).